“El dinero me quiere a mí y yo quiero al dinero. De hecho, tenemos una relación muy bonita”. Esta fue la primera frase positiva que escuché acerca de la relación con el dinero y me pareció fascinante, pues me puse a pensar que como cualquier relación esta debe ser sana, importante y cuidada. Siempre nos han hecho creer que la relación con el dinero nada tiene que ver con nuestras emociones, que es pura lógica, números, disciplina y esquemas a seguir, y estas son las razones por las cuales muchas personas no se interesan en sus finanzas personales o nunca avanzan como deberían. Hoy queremos que veas al dinero de una forma más familiar y sana, que sepas qué cómo en toda relación debe haber cuidado, crecimiento para llegar a un objetivo.
Factores importantes en tu relación con el dinero
El factor más importante que debes considerar al manejar tus finanzas personales, es analizar la relación que tienes con el dinero: ¿Cómo lo consideras? ¿A qué le tienes miedo en referencia a él? ¿Cómo reaccionas financieramente a ciertas situaciones? ¿Lo cuidas o realmente te importa?
Cuando entiendas como tus emociones influyen en la relación con el dinero, podrás descubrir los motivos detrás de tus decisiones financieras, y así te será más fácil que desarrolles y ejecutes un plan que esté diseñado para cumplir tus aspiraciones. Y es que, la inteligencia emocional es una buena herramienta para crear nuevos y buenos hábitos con el dinero, los que nos ayudarán a tener finanzas sanas y por ende una mejor vida.
Controla tus emociones, controla tus finanzas
Casi todo lo que hacemos en nuestra vida se basa en las emociones, desde comprar cierta prenda, invertir en un negocio o hasta elegir una pareja; y respecto al dinero es lo mismo. Pero, cuando te has puesto a pensar: ¿Cuáles son mis sentimientos sobre mis finanzas personales? Te aseguramos que la mayoría los desconoce. Por ello a continuación, pondremos algunos ejemplos que te ayudarán a definir cómo es la relación con el dinero y cómo puedes comenzar a ser emocionalmente inteligente para controlar, planificar tus gastos y hasta comenzar a ahorrar o invertir.
Si manejas así la relación con el dinero, manejas mal tus finanzas
Falso triunfalismo: Si después de mucho esfuerzo por fin tienes, ya sea un trabajo o un negocio, que te brinda la situación financiera de tus sueños y ya no tienes de que preocuparte, se genera un sentimiento de triunfalismo, de falsa seguridad de que nada puede afectar tu situación financiera, y por ello, comienzas a adquirir compromisos o hacer compras a diestra y siniestra, muchas de ellas innecesarias. Nos es difícil pensar que cuando algo anda bien, no puede ir mal y este es el grave error por el cual muchas personas han perdido hasta su patrimonio, pues el tener algo seguro les impide cuidar su dinero. Y cuidarlo implica tener un plan financiero que genere una buena administración semanal o mensual. Es más, entre más dinero hay, más se debe de buscar la manera de invertirlo y generar más. Saber cuánto y cómo se gasta, es usar la inteligencia emocional.
Ambición: La definición de este vocablo es: “Deseo intenso y vehemente de conseguir una cosa difícil de lograr, especialmente riqueza, poder o fama”. En su aspecto sano, ser ambicioso es una forma de salir adelante, pero el problema es cuando la mayoría de la gente se deja llevar por la ambición per sé, es decir, hacer todo por obtener dinero, aunque esto vaya en contra de su moral. La relación con el dinero debe comenzar con saber por qué y para qué lo queremos, pues de esta manera se buscará la forma de obtenerlo, generar más y, sobre todo, administrarlo de tal forma que cada vez que lo usemos recordemos lo difícil que fue obtenerlo, pues así se le dará su verdadero valor, evitando su despilfarro. Ojo, no queremos decir que la ambición sea una emoción negativa, sino que hay que utilizarla como una herramienta en la cual la honestidad, el esfuerzo, la disciplina, conocimiento, buen manejo, planeación y administración sean sus bases.
Presunción: Esta acción ha sido la tumba de muchas fortunas y la principal causa de endeudamiento. Si crees que una de las principales funciones del dinero es poder comprarte lo que quieras, y lo justificas con la clásica frase de “para eso trabajo”, entonces vas por mal camino, pues no habrá dinero que te alcance. Es cierto que nuestros ingresos nos deben brindar satisfacción, pero está solo se logra si lo usas inteligente y correctamente. Es decir, que al querer comprar algo de un gran monto, debas preguntarte primero: ¿Lo necesito o lo quiero? ¿Mis finanzas me lo permiten? ¿Si lo compro tendré problemas financieros o familiares? ¿Cómo afecta su compra mis finanzas? Como te hemos comentado: tener dinero no significa poder o querer comprar todo lo que se desea. Y con esto no queremos decirte que te olvides de ese auto o de la casa de tus sueños, sino, que para llegar a ello lo primero que debes hacer es cuidar tus finanzas, invertir para generar más, y aun así estar al pendiente de cómo se gasta. Es crear un gran fondo para no quedarse en cero. No puedes correr antes de caminar.
Temor: Los seres humanos nos alejamos de aquello que nos parece difícil o desconocido, pues le huimos al conflicto o a las situaciones estresantes, ya que no estamos acostumbrados a ser emocionalmente responsables, y esto también aplica en la relación con el dinero. Si tu postura frente al dinero es: “Me aterra pensar en mis finanzas” entonces sí habrá problemas realmente más graves, pues tanto las deudas, como el vivir de manera limitante económicamente serán las únicas constantes. Buscar la manera de saldar las deudas, o de crear un plan financiero, siempre serán mejores opciones, porque cerrar los ojos ante los problemas no los resolverá.
Pereza: “Manejar mis finanzas es muy complicado”, y esta actitud es la peor especialmente cuando se cuenta con los recursos. Administrar tus finanzas es un proceso que toma mucho tiempo, esfuerzo y disciplina. Las personas exitosas no viven los días como cualquier cosa, no. Ellos ponen atención a los detalles, buscan estar informadas, aplicar lo aprendido, seguir actualizándose, planean y ejecutan, etc. Se mantienen activos en todos los aspectos de su vida, y es mejor comenzar a saber un poco de cómo manejar el dinero a no saber nada acerca de finanzas personales, porque lo mucho o lo poco se puede llegar a tener o no rinde como debe o hasta se puede perder. Por eso, hay que priorizar la relación con el dinero.
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Profesional financiero con experiencia en la banca nacional y extranjera. Es licenciado por la Universidad Anáhuac, cuenta con certificados por la AMIB (Asesor en Inversiones), por FINRA (Serie 7, EEUU), entre otros. Rodrigo ha trabajado en la banca internacional y en algunos de los bancos más importantes del país, donde adquirió experiencia en diferentes productos y servicios financieros. Actualmente, con más de 20 años dedicados a servicios financieros, presta servicios de consultoría y consejería a diferentes instituciones financieras que buscan iniciar o crecer sus operaciones en el mercado nacional y latinoamericano.
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