5 consejos para sacar el mejor crédito personal

¿Necesitas dinero? Un crédito personal es una excelente alternativa para financiarte, sin importar si necesitas cubrir una deuda, pagar un tratamiento médico, salir de viaje, o cualquier otro gasto.

Sin embargo, antes de correr a solicitar el préstamo con la primera financiera que encuentres, sigue leyendo porque hoy en escampa te contaremos cómo sacar un crédito personal, así como las mejores prácticas.

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1.     Desconfía de los créditos express

Hay un refrán que dice “si algo suena demasiado bueno para ser verdad, probablemente sea mentira”. Los trámites para obtener un crédito suelen ser tardados, complejos y hasta engorrosos. Esto es lógico porque la financiera debe asegurarse de que tendrás la capacidad para pagar.

Por su parte, los créditos express suelen usar frases como “préstamos en 5 minutos”, “sin revisar buró de crédito”. Estos préstamos suelen pedir generalmente un anticipo y no se otorgan con una institución confiable, sino mediante anuncios en redes sociales, por teléfono o correo electrónico y pueden resultar en una estafa en el peor momento.

Investiga todo lo que puedas sobre la financiera donde vas a solicitar el préstamo, asegúrate de que es una empresa de confianza y que la tasa de interés sea acorde con la de sus competidores.

Asegúrate de que la financiera tenga un establecimiento físico, que su razón social coincida con el nombre de la empresa y que firmarás un contrato con validez legal para ambas partes.

2.     Compara al menos entre 5 opciones

Antes de elegir una financiera, investiga por lo menos cinco opciones. Compara factores como la tasa de interés, los plazos a pagar, si son pagos fijos o con intereses, si cubren el monto que necesitas y los requisitos.

Elige la financiera que te brinde los mejores beneficios, ya sea una tasa de interés más baja; plazos fijos durante un plazo considerable; si cobran comisiones u otros pagos adicionales. Además, revisa las reseñas y opiniones de otros clientes para formarte una opinión más cercana a la realidad.

Al elegir, hazte las siguientes preguntas: ¿Qué financiera tiene la tasa de interés más baja? ¿Cuál cobra menos comisiones, o no las cobra? ¿Cuál ofrece los plazos más flexibles de pago?

3.     Solicita el monto adecuado

No caigas en la trampa ideológica de que un préstamo es dinero fácil. ¡No lo es! Es dinero que debes devolver en un plazo determinado. Esto significa que el monto a solicitar debe ser acorde a tu solvencia económica, es decir, a tu capacidad para hacer frente a pagos, sin hacer grandes sacrificios en tu vida cotidiana.

Para lograr esto y no morir en el intento, te recomendamos solicitar un monto cuyos pagos no excedan el 30% del total de tus ingresos mensuales. De este modo, podrás seguir cubriendo tus necesidades básicas, aunque con ciertas limitaciones en tus gastos.

Si el monto que necesitas es más alto que tu capacidad de pago, tienes dos opciones: solicitar un plazo más largo para pagar, lo que implica que el pago de intereses sea más alto, pero con pagos más pequeños. O bien, considerar un trabajo adicional para cubrir el monto de pago mensual.

Sea como sea, también es importante que consideres que a lo largo del periodo de pago podrías enfrentarte a situaciones imprevistas que obstaculicen o dificulten el pago de tu préstamo, y debes tener un plan de emergencia para no retrasarte.

4.     Infórmate sobre las penalizaciones

Ya que tocamos el tema de un posible retraso en tus pagos, es importante que sepas de antemano qué pasa si no puedes pagar una cuota o mensualidad. Algunas financieras tienen castigos muy severos, como el cobro de intereses por día, penalizaciones económicas por pago tardío, entre otras que debes conocer para que no te tomen por sorpresa.

También es importante que sepas desde un inicio si hay forma de renegociar el adeudo si te encuentras con una situación imprevista por la que te retrases en los pagos.

5.     Verifica la tasa de interés

Aunque ya tocamos el tema de la tasa de interés, y probablemente ya lo hayas escuchado antes, es importante que lo comprendas completamente. La tasa de interés es la cantidad que pagarás mes con mes por el crédito. En ocasiones estas tasas son fijas (la cantidad a pagar siempre es la misma), o variables (la cantidad varía con base en las condiciones del mercado).

De preferencia, debes optar por préstamos con una tasa de interés fija para que te asegures de que pagarás lo mismo a lo largo de tu deuda.

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