¿Estás pasando por una crisis económica y necesitas liquidez? Solicitar un crédito personal podría ser la mejor alternativa para ti. Hoy en el blog de escampa te contaremos todas las ventajas sobre los créditos personales además de analizar si es una opción más adecuada que una tarjeta de crédito u otras opciones de financiamiento.
Al solicitar un crédito personal, podrás destinar el dinero en cualquier cosa que necesites: pagar un tratamiento médico, construir o arreglar tu casa, viajar por negocios, comprar un automóvil, consolidar todas tus deudas de tarjetas de crédito en una sola, o cualquier otro propósito.
Por su parte, otros tipos de crédito y financiamiento sí implican una limitación. Por ejemplo, al pagar con una tarjeta de crédito te verás limitado a compras en establecimientos donde la acepten. Esto significa que, si por ejemplo quieres comprar un vehículo a un particular no podrás hacerlo, o bien, la tasa de interés por un préstamo bancario será muy elevada.
Los créditos personales tienen una tasa de interés fija, que no varía con el tiempo, por lo que siempre sabrás exactamente cuánto debes y podrás hacer pagos directamente al saldo y no a los intereses acumulados, como en el caso de un crédito bancario.
Aquí es importante hacer una aclaración, los créditos personales se otorgan después de una investigación del poder de pago del solicitante, mas no solicitan un tipo de garantía específico, como en el caso de los créditos hipotecarios, o los préstamos que piden en garantía un automóvil.
Esto significa que puedes obtener acceso a un préstamo de forma más rápida en el momento que más lo necesitas, y si no tienes bienes que dar a cambio, no será un problema o limitante en tu solicitud.
Algunas financieras realizan el proceso de aprobación en unos cuantos minutos, sin tenerte a la espera por varios días como en el caso de los créditos bancarios. Por esta razón, un préstamo personal es lo que necesitas si estás pasando por una urgencia económica; por ejemplo, en caso de un accidente, para financiar los gastos hospitalarios, si te quedaste sin empleo, entre otras circunstancias por las que podrías estar pasando.
Al solicitar un préstamo personal tendrás plazos fijos para pagar. De este modo, podrás elegir si puedes liquidar tu adeudo en un periodo mínimo de un par de meses, o bien, si eliges dar pagos más pequeños, pero con un plazo de hasta dos años.
Si bien esto puede parecer un truco para que pagues más, es una solución para financiarte rápidamente, sin comprometerte con pagos muy altos en un momento en el que aún no se soluciona tu situación financiera.
Para solicitar un préstamo bancario, tener un historial crediticio suele ser una necesidad y, al mismo tiempo un impedimento, especialmente si nunca has manejado una tarjeta de crédito, si no tienes un empleo fijo, o ingresos comprobables.
En cambio, con un crédito personal ese requisito no es necesario, y suelen brindarse cantidades más altas que al recurrir a los bancos o tarjetas de crédito. Por esta razón, es una mejor alternativa si necesitas una fuerte suma de dinero para una emergencia.
Recurrir a un préstamo personal implica un compromiso para realizar un pago fijo durante un plazo determinado. Incluso, es probable que conozcas de antemano la cantidad de dinero que vas a pagar y el periodo en el que lo harás. Esto significa que podrás hacer una mejor planeación de tu presupuesto para dar los pagos sin comprometer otros gastos que tengas a lo largo del periodo.
Al solicitar un crédito personal obtendrás una cantidad específica de dinero para destinarla a lo que necesites, y te comprometerás a pagarla en un periodo determinado. En cambio, si recurres a una opción como una tarjeta de crédito, tendrás la posibilidad de seguir comprando cosas y endeudándote, haciendo de tu deuda una bola de nieve que se haga cada vez más grande y difícil de pagar.
Aunque esto ya lo mencionamos, merece un punto totalmente aparte. Si tienes muchas deudas acumuladas, por ejemplo, después de haber comprado con varias tarjetas de crédito, consolidarlas en una sola te ayudará a organizar mejor tus pagos, reducir el costo total de la deuda y la tasa de interés.
Optar por un préstamo personal es la mejor alternativa en muchos casos por su facilidad y rapidez de aprobación, además de no tener que dejar una garantía, ni depender de un historial crediticio con algún banco en particular.
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